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Views: 371 Description: El obstáculo es el espejo de tus mismas dubitaciones, de tus confusiones. Utiliza el obstáculo para esclarecerte a ti mismo. La prueba de cada día es siempre una lámpara del alma.
Enfrenta la prueba con el deseo de conocerte, de realizarte. El triunfo es privilegio de aquel que transforma el obstáculo en fuego de alegría, se sirve de él como de un trampolín, para crecer en pasión, en amor, como el guerrero Trungpa que entona su cántico de alegría. Considera el obstáculo como un noble y gran adversario.
Estamos unidos al mundo, y a los misterios del universo por lazos sutiles. Tu encuentro con los otros tiene por finalidad que halles tu propia armonía.
En la confusión y en el caos del mundo nos sentimos perdidos, dispersos, aislados. Este sentimiento de fragilidad, de soledad es una ilusión. Aprende a considerar a los individuos como chispas de un único fuego.
No desvíes nunca la cabeza cuando estás frente al obstáculo. Desármalo por la paciencia y por la alegría.
La disciplina no es un yugo rígido, que estrangula el cuerpo. Ella nos permite acordarnos constantemente de nosotros mismos.
Da a los otros la posibilidad de amar y existir, pues ellos tienen tanta importancia como tú. Los otros brillan como las estrellas del cielo. Cada uno es un sol único, una luz primordial.
Triunfar exige una gran confianza en los otros. Nadie puede triunfar sólo. Los otros son los mil brazos que nos ayudan a construir la vida de cada uno. Así es como el universo funciona, desde la más pequeña célula de vida hasta las galaxias más lejanas. Aprende a considerar el universo como una red de buena voluntades.
No desesperes de la felicidad. Ella no te espera en el extremo opuesto de la tierra o en una vida futura. Ella está ahí donde te encuentras. Acecha el momento en que estarás al fin dispuesto a convidarla, a recibirla. Vuelve tus pensamientos hacia ella. Basta simplemente que venzas tu miedo.
La felicidad no es un paraíso cerrado, separado del mundo. Es al mismo tiempo manantial y océano.
Reencuentra la inocencia del presente, la claridad simple de las cosas. Aprende a vivir la eternidad.
El pensamiento confuso, complicado, es la fuente de todos los sufrimientos. Vuelve a encontrar la simplicidad y la transparencia del corazón.
La felicidad no es un paraíso quimérico, inaccesible. Ella es la sombra luminosa de ti mismo, el refugio dorado, el jardín tranquilo en que los adversarios son reconciliados.
Sé cauteloso con tu memoria. Ella es como un castillo en sombras, lleno de viejos recuerdos que no se quieren ir fuera. Conviértete en cazador de espectros. Haz tu conciencia clara y luminosa, sin sombra, sin imágenes. No dejes que el pasado te llene más de lo que debe, no te preocupes con el futuro, pues es en el instante donde el universo es creado. El resto no existe.
La compasión es una de las formas silenciosas de la felicidad. Ella permite que puedas tejer lazos de oro, entre ti y los otros, que des a tu alegría horizontes mayores y más vastos. La felicidad no aprisiona. Libera.
Construye una isla, para ti y para aquellos a quienes amas, un templo, una fortaleza inexpugnable… pero deja tu puerta abierta día y noche.
Vuélvete y mira el camino recorrido. No te asustes. Recoge siempre el fruto de la experiencia pasada, y aumenta sí tu tesoro.
La felicidad y el amor son inseparables. Una mano no brilla sin el otro. Para ser feliz, aprende primero a amar.
Escoge tus amigos por la cualidad de sus almas, incluso aunque ellos no participen tus aspiraciones, tus proyectos. No te quedes solo. Necesitas una familia humana mayor, para abrir tu corazón y liberarte. Considéralos como hermanos y hermanas, con los cuales compartirías un secreto.
La amistad es un refugio, una comunidad sagrada, fraterna. Es uno de los “refugios preciosos” de que hablan los diferentes Budas. En el tumulto del hombre moderno, el hombre y la mujer deben encontrar refugio.
Cuando se encontró refugio, los problemas desaparecen como una bandada de pájaros perturbados por la piedra de una honda. Pierden su peso, y se ponen a danzar.
La amistad hace nacer nuevos soles. Ella celebra la gran bondad del universo, su plenitud y alegría constante.
Ante todo lo que sucede compórtate como guerrero lúcido que combate el obstáculo, y como niño maravillado que descubre el mundo.
Cuando observes a un niño, experimenta comprender lo que siente, participar de sus sueños y juegos. Despierta en ti el espíritu infantil. Esa experiencia humana genera una gran alegría, un sentimiento muy fuerte de libertad. Reencontrarás la audacia de vivir, el deseo de amar, y de descubrir.
El espíritu infantil trae el cielo en medio de tus actos.
Vuelve a traer la luz, disipa la oscuridad. Ese poder está en ti.
El espíritu infantil no es un periodo de tu vida pasada que ya no volverá, es un estado de ser, una cierta cualidad de corazón, que hace brillar el mundo.....
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Username: Espiritualidad Y Filosofía Added On: 2015 July 03